29 mayo 2008

:::Colaboración in vitro:::

Hola, hoy como hace un día estupendo así con nubecitas y gozamos de una temperatura perfecta... hemos colgado una colaboración que nos ha enviado nuestro amigo Francisco José Orta. Muchas gracias Fran... y no le hagas daño a los delfines, son animales como nosotros.

El pollito inglés

Era una fría noche de verano cuando marcaban las tres en punto de la tarde. En ese momento marcaba un gol el Palmeiras y un hombre se decidía entre cruzar la calle a pata coja o empujar al niño veloz que pasaba por su lado en busca de pepinos salvajes con un látigo.
Tres años más tarde un pollito iba a nacer. Salió del escroto de la madre polla cuando ya sabía hablar varios idiomas, entre ellos el andaluz y el maya. Viendo sus progresos en la materia filóloga, no tardó la Universidad de Cambridge en darle una beca a los tres días de nacer que le permitía comprarse un capuchón de bolígrafo Bic mordido con el que le regalaban una camiseta de esparto firmada por toda la plantilla de ping-pong de Bolivia y una hoja. La madre polla, a los pocos meses, reconoció el cadáver de su pollito en las altas cumbres de las playas de Inglaterra, posiblemente asesinado por Spiderman 3. Dicen las lenguas palabras. El pollito una vez fallecido, decidió tomarse unas vacaciones. La cuerda que ataba su tobillo lleno de granos a aquella farola imberbe de la orilla del mar impidió por momentos que emprendiera dicha aventura. Un repartidor de Telepizza pasó en aquel momento por allí y posó una “cuatro quesos” sobre la cuerda, lo que hizo derretirla y así poder escapar aquel pollito mar adentro en busca de la felicidad y un paquete de pañuelos Auchan que perdió haciendo la mili. El resto de su vida la paso de país en país comprando aceitunas sin hueso al por mayor y cambiándolas por ruedas de los “micromachines”. Desde entonces nadie sabe del pollito inglés. La última vez que lo vieron no fue la primera. Tengo un 43 de pie.

Francisco José Orta, alias 'El torero rapero'.

17 mayo 2008

:::Yes you are Teletubbies!!!:::

Absurdo y Diestro quiere demostrar que hay muchas maneras de decir las cosas y ésta es una de ellas: