Desde hace algún tiempo me he percatado de un suceso que se repite en mi vida y que me está provocando un mal estar general y un poco de alitosis. Mis cosas desaparecen sin ningún motivo aparente. Sin ir más lejos, hace dos semanas, enrollé un tomate en varios billetes de 20 € y lo metí en mi bolsillo. 3 segundos después palpé la parte superior de mi fémur para asegurarme de que todo estaba en su sitio, pero el tomate ya no estaba. El martes pasado fui a mi tienda de animales preferida para adquirir una nutria. El dependiente la colocó en el mostrador, yo le puse las manos encima y no le quité ojo. Pagué el pastón que me costó la criatura. Acto seguido se oyó un fuerte trueno, miré por la ventana, volví a mirar el mostrador y debajo de mis manos ya no estaba la nutria, en su lugar había un ejemplar del diario AS. Creo que siempre estuvo ahí.
Decidí estar alerta, pero cometí el error de parpadear y mis gafas desaparecieron. Miré mis borrosas manos, clavé las rodillas en el suelo y mirando al cielo grité a viva voz y cuidando la afinación: ¡¡¡Alguien me está robando!!!
Todas mis dudas se aclararon cuando Carolain me trajo esta instantánea de su viaje espacial. Carolain es astronauta!!!
1 comentario:
tengo que confesar que a mi también me están robando... contaré lo sucedido:
ayer cuando me vestí de nazareno para salir con mi cofradia del 7 de julio con nuestro padre de los san fermines,noté que mientras miraba a los arbolitos naranjas, que alguien me tiraba fuertemente y sin ningun tipo de compasion del capirote con la bandera del orguyo gay que me tocaba ese año, y del lacito azul que tenía en la punta
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